Tiempo, relato y escritura novelesca en «El Criticón»

Resumen

En su novela alegórica en tres partes, Gracián calca las edades de la vida sobre las cuatro estaciones del año y las etapas geográficas del curso vital de los héroes. Ofrece la paradoja de un primer tomo abarcando «primavera» y «estío», recalcando la disparidad de edades entre el varón otoñal, Critilo, que parece fuera del padrón temporal inicial, y el mozo primaveral Andrenio, el único que, en adelante, estará al parecer en adecuación coherente con las estaciones del año y de la vida. Se intenta mostrar cómo, partiendo de la vaga mención histórica de «el católico Filipo» y un juego de analepsis, relatos retrospectivos que rompen la secuencia cronológica, Gracián, acorde con los cánones de las edades de su época, hace concordar sus héroes dispares con las estaciones de la vida. En consonancia con la lógica geográfica del itinerario de esta novela abstracta, se confirma aquí la coherencia cronológica de las edades en el recorrido espacio-temporal.